jueves, 3 de julio de 2008

Avino Invisible. Primer certamen: (19/01/2008). REVIVAL

Participantes: (si me dejo alguno que haga comentario y así fomentamos la participación)

- Ángela

- Bea

- Conchi

- Carlitos

- Elena

- Irene

- José María

- Negra

- Patri

- Paula

- Pinhe

- Prada

- Rodrigo

- Rubia.

Después de unas navidades infernales, recordemos que algunos empezaron el año vomitando el anterior y que a otros les dio por reproducirse, Pablo, ese individuo de los Palacios que suele llevar patillas y responde al sobrenombre de POL, en un arrebato calenturiento dio vida, cualquiera sabe en que condiciones, al "AVINO INVISIBLE".

El avino invisible consiste en…..José María Conde, este es tu momento para marcarte una parrafada sobre en que consiste está gran fiesta del paladar y ya de paso poner por escrito las normas y regulaciones avinas, al estilo español, que eso de las constituciones no escritas anglosajonas hace tiempo que se tienen superadas.

La historia comenzó con una primera convocatoria, y una serie de correos que desgraciadamente no puedo detallar porque yo de vez en cuando hago limpieza de mails. El caso es que se hizo una convocatoria para el día 19 de enero del presente año en Bami número 4, también conocido como sede de "Arteidea, pinta y colorea". La hora fijada fue las 13 horas en punto….con la amenaza de no dejar pasar a nadie que llegara más tarde de esa hora. Por supuesto la única que cumplió el objetivo fui yo, unas aparecieron después de las 15 horas y algunos fundadores ideólogos ni siquiera aparecieron a pesar de las protestas y los encabronamientos varios. A alguno que les gusta liarla y dejar que los demás se relíen….no quiero nombrar a nadie.

Primer objetivo del Avino…hacerlo invisible. Eso significaba utilizar por turnos la cocina del Pinhe…objetivo fallido…todo el mundo entra y prepara sus cosas delante de los demás. Eso si, la Señora de Arteidea tenia colocadita su pizarra para las puntuaciones y esperaba la llegada de algún artista que pusiera un detalle gracioso en dicha pizarra (este objetivo no recuero si se consiguió).

Las mesas de "Arteidea pinta y colorea" se convierten en improvisadas mesas de comedor. Y empiezan a llenarse de colores y olores. Aparece el amarillo altramuz, el rubio cerveza, el blanco quesero, el verde escabechado, el marrón cordero paternal de la familia Prada, el arco iris pinheriano, el rojo jamonero benitense, el amarillento color de la torta, el rojo sangre de los reservas y los crianzas, el blanco afrutado de las bebidas etílicas de uva clara, el hielo ronceado, azucarado y limoneado, el marrón oscuro casi negro en su sangre ximenense, y en algún lugar principal de la mesa un destello de luz y color en forma de sol atravesado de lanzas afrutadas multicolores acompañado por un japonés errante vestido elegantemente que oculta su verdadera identidad de italiano mosquetero que en algún momento de la noche conquistará a los comensales y terminará dando a su creadora una posición avina que muchos envidiarán.

Empieza la celebración! Ah no, previo a ello se hace un brindis. En este caso la familia maña adopta un aire más formal y bautiza (nunca mejor dicho) a la comunidad avina como "la generalidad"…chascarro que quedará para siempre en nuestra memoria colectiva y pasará a ser uno de los términos del nuevo vocabulario avino. Algunos miembros más torpones no entendieron porque nuestra querida Elena no podía beber vino, pero los comentarios posteriores de nosotros, que somos muy vivos, nos confirmó la sospecha de que un nuevo miembro de la generalidad y futuro avino venía en camino. Otros futuros miembros también vienen en camino en tierras aun más frías y rodeado de peligrosos teutones. Este último seguro que termina marinando una salchicha con cerveza.

En definitiva, que empezamos a engullir, a comer uno a uno y en comunidad cada uno de los platos presentados y perfectamente numerado por nuestro anfitrión. El ánimo empieza a elevarse al tiempo que el vino menguando. Al tercer maridaje tenemos todos una papa como un mulo y eso que aun quedan 13 más (recordemos que el Pinhe concursa con varios platos que no se yo si eso es trampa porque tiene más posibilidades que nadie…Primo, eso hay que especificarlo en las bases eh??!?!). Después de aproximadamente 2 horas la gente se va dispersando, algunos dicen más tonterías de la cuenta y otros no quieren que la comunidad se disuelva porque quieren que su plato disfrute de las mismas prerrogativas que los primeros. Finalmente se terminan los platos. En ese momento una sombra pequeñita mitad Córdoba mitad Málaga se esconde en la cocina y empieza a picar hielo, con la ayuda de otra sombra (esta si más oscurita de piel) que de tanto ímpetu que le dedica al trabajo deja a la generalidad sin batidora, sin picadora y al Pinhe completamente desaviado, eso si….mereció la pena. Los mojitos corren por la casa…lo que faltaba…para terminar de perder los papeles.

En ese momento de cumbre etílica comienzan las votaciones. José Maria Conde adopta el papel que más le gusta, el de speaker, mientras mira ansiosamente hacia la puerta ante la amenaza de llegada inminente del creador-ideólogo, cuyo hobby papel preferido, es dar por saco al speaker. Se escuchan varios comentarios: "corred, corred que está a punto de llegar". El Primo explica convenientemente las bases y como se han de realizar las votaciones. Se hace recordatorio de todos los platos y….comienzan las votaciones.

Terminado el escrutinio se da procede a la proclamación de resultados, que queda de la siguiente manera:

Primer puesto: Señora de Arteidea con su ensalada de perdiz escabechada

Segundo puesto: Rubia poderosa con su sol atravesado de lanzas afrutadas y su mosquetero italiano vestido de japonés.

Tercer puesto: El señor de la casa, Pinhe con cualquiera de sus tres platos, que no recuerdo cual fue.

Mención especial: Doña Conchi de Mojacar por ese inolvidable esfuerzo por hacernos a todo perder la conciencia.

La vencedora es sacada a hombros por los comensales, ahora bien esta parte mejor que la cuente otro, porque yo ya a esas alturas era una mente inundada de alcohol y no tengo conciencia de nada…hay que entenderlo.

A ver, la autora del texto no se responsabiliza de los errores cometidos en la narración de los hechos, y pide a la memoria colectiva que actúe para subsanar estos y para dar otra visión de lo acontecido en este primer certamen del Avino Invisible.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Joe tía, qué memoria, qué capacidad de síntesis, qué bien contada la historia... por qué o te pasas al periodismo? Yo apuesto por bautizarte Avina Reportera, y así también celebramos un bautizo, que eso nos falta. Bea